Saludos, viajeros.
Ha llegado el invierno, y con el frío, las ganas de quedarse en casa, poner una película o leer un libro (ya que estamos, "Su universo a través"), mientras ponemos la calefacción a tope y nos tomamos un chocolate calentito. Pero hay otra opción para estos días gelidos. ¿Qué tal devorar alguna serie de televisión? ¿Y por qué no algún clásico? Y con este pretexto, aquí os dejo una lista de (algunas) de mis series favoritas. ¿Os animáis a dejar las vuestras?
10- Los Soprano: ¿Sabía David Chase, el creador de esta serie, que estaba creando una obra de tal envergadura? Seguramente no. El caso es que ahora tiene el título de "serie más rentable de la historia de la televisión". De hecho, yo me acerqué a esta serie hace bien poco, sin muchas esperanzas. Y menuda sorpresa. No puedo más que ponerme del lado de los críticos y decir que me encantó el tono de la serie, esa mezcla entre la vida familiar de Tony Soprano y sus chanchullos como mafioso. Buenos guiones, actores más que solventes... Un lujo de serie, sin duda.
9- El internado: Seguramente aquí muchos me lanzaréis piedras a la cabeza. Pero qué queréis, no he encontrado otra serie española que me haya atrapado tanto. Si eliminamos todas las ñoñerías típicas de adolescentes, creo que el argumento de El internado es absorbente, y su puesta a punto bastante interesante.
8- Star Trek: Clásico entre los clásicos (especialmente la primera serie), poco hay que decir de Star Trek. Para que una franquicia televisiva se prolongue durante décadas debe contar con una calidad fuera de toda duda (además de unos fans a prueba de bombas). ¡Teletranspórteme, Señor Scotty!
7- House: Miserable, cruel, arrogante y maleducado. Gregory House tiene todas las papeletas para ser el personaje más odiado de la televisión actual, y sin embargo triunfa. Una serie con sabor a CSI (en cuanto a las clamorosas licencias que se toman en el apartado de documentación), pero que sus personajes se encargan de hacer grande. 82 millones de espectadores en 66 países distintos, sólo en 2008, avalan su éxito.
6- Heroes: Podría haber sido la serie perfecta. Podría haber desbancado a su máxima rival, Perdidos, pero por desgracia Heroes se quedó en una primera temporada asombrosa y en otras tres para olvidar. A veces resulta increíble cómo una obra tan excelente puede decaer hasta niveles patéticos. Pero, como digo, la primera temporada de Heroes lo tenía todo: un argumento adictivo, unos personajes sólidos, situaciones dramáticas y otras espectaculares, un gran villano (Sylar)... y, por encima de todo,algo que habíamos estado esperando muchos seguidores de los cómics de superhéroes: la perspectiva de una serie dedicada al género. Personalmente, para mí Heroes fue una serie de una sola temporada. Pero qué temporada...
5- Alias: Jamás un primer capítulo de una serie me ha enganchado tanto como el piloto de Alias (que lanzó a la fama a Jennifer Gardner). Esta serie (de los creadores de Perdidos) tiene todos los ingredientes de las películas de espionaje, pero llevados a la máxima expresión: acción a raudales, con escenas espectaculares que ya las quisieran muchas películas, y un ritmo incesante. ¿El único problema? Que hay que estar muuuy atento para seguir el argumento y no olvidar nombres y conceptos. Pero engancha, ya lo creo que engancha.
4- V: Si tuviera que elegir una serie que marcó mi infancia, sería V. Sin duda. ¿Alguien ha podido olvidar esa escena en la que Diana, la líder de los invasores, se comía una rata? Cierto, visto hoy en día, los efectos parecen más que flojillos. Pero en aquella época fue toda una revolución: pegatinas, cómics, muñequitos... Todos queríamos ser Mike Donovan, y jugábamos en el patio del recreo simulando esas extrañas pistolas láser con los dedos. Inolvidable.
3- Expediente X: Un clásico reciente. Una serie cargada de misterios y fenómenos paranormales. Claramente dividida en dos líneas argumentales (la relacionada con la trama principal, los extraterrestres, y la que se basaba en fenómenos paranormales diversos), fue la revolución de los años noventa. Abducciones, posesiones, combustión espontánea, y otros elementos quen os hacían estar pendientes cada semana de los casos de Mulder y Scully (qué, curiosamente, siempre se llamaban por el apellido). ¡La verdad está ahí fuera!
2- Twin Peaks: Pero si hubo una precursora de Expediente X, esa fue sin duda Twin Peaks. ¿Quién mató a Laura Palmer? Durante 29 capítulos, el agente del FBI Dale Cooper trató de averiguarlo, y nosotros con él. Descubrimos que, tras la aparente normalidad de una pequeña ciudad, existe un entramado de misterios y comportamientos extraños. Quién sino David Lynch podía estar entre los productores de la serie. Una obra maestra... o casi.
1- Perdidos: Porque en el número 1 tenemos la que, al menos para mí, es la mejor serie de todos los tiempos. Perdidos ha cambiado el modo de hacer series de televisión. Consta de un equilibrio perfecto entre escenas de acción, misterio, y unos personajes que, en el fondo, son lo más importante, mucho más que el secreto que hay tras la isla. Ninguna otra serie ha suscitado tantos debates en internet, tantas teorías e, incluso, finales alternativos surgidos de los "losties" (así se llaman los fans más acérrimos de la serie). Semana tras semana, nos sentábamos frente a la tele para saber qué ocurriría con Jack, Sawyer, Kate, Hugo o Lock; pero también qué había ocurrido con ellos, porque uno de los puntos fuertes de la serie fue que utilizaba escenas en flashback para contarnos qué había llevado a cada uno de los protagonistas a coger ese fatídico vuelo 815 de Oceanic, explicándonos así porqué eran como eran. Los conocimos capítulo a capítulo, nos estremecimos con sus vivencias en la isla y fuera de ella. Y cuando todos nos acostumbramos a ese método... ¡zas! improvisaron uno nuevo (y no cuento más, por si alguno no la habéis visto). ¿Temporadas más flojas que otras? Todas las series tienen altibajos. Pero donde Heroes no logró reencontrar su camino, Perdidos lo hizo. El final de la serie, seis temporadas después, dejó opiniones para todos. Personalmente, creo que el capítulo de cierre hacía honor a la grandeza de la serie.
Y, ahora, os toca a vosotros opinar.
Saludos, caminantes.